Podríamos distinguir dos tipos de facilitadores procesales:
a) La Persona de Apoyo, cuya función consiste en facilitar la comunicación con la persona especialmente vulnerable (entender y ser entendido). Su participación se podría limitar a las actuaciones iniciales, antes de la realización de la valoración de las capacidades cognitivas y la propuesta de ajustes de procedimientos. Las personas de apoyo podrían ser idealmente profesionales que trabajan con personas especialmente vulnerables. Estos profesionales podrían proceder de distintas disciplinas como Psicología, Medicina, Trabajo Social, Logopedia o Educativa. En caso de que estos profesionales no estén disponibles, podrían proporcionar los apoyos mínimos necesarios personas del entorno de la víctima o el encausado (evitando siempre que puedan ser personas con interés en la causa como posibles autores o colaboradores).
b) El Psicólogo Facilitador, cuya función consiste en valorar específicamente las capacidades para testificar y otros trastornos cognitivos o del desarrollo que debieran tenerse en cuenta para adaptar los procedimientos específicamente a sus características. Su actuación podría ser fundamental en el asesoramiento a los profesionales (policiales y judiciales) en la toma de declaración o los procedimientos de identificación de sospechosos. Igualmente, podría ayudar a los Psicólogos Forenses en la evaluación de la capacidad procesal de las personas investigadas. El perfil requerido para este experto implica que debería tener conocimientos sobre: a) el funcionamiento normal y patológico de los procesos cognitivos (memoria, atención, percepción, lenguaje, motivación, emoción, pensamiento...); b) el desarrollo evolutivo de los procesos cognitivos; c) trastornos de desarrollo y del aprendizaje, d) las principales patologías que cursan con déficits cognitivos; y e) el funcionamiento del sistema de justicia. Además, debería ser capaz de detectar y anticiparse a posibles crisis de ansiedad e intervenir su fuera necesario. De acuerdo con los Planes de Estudio de las diferentes titulaciones, el Psicólogo parece el profesional más capacitado para realizar esta tarea.
La participación de otros profesionales, por ejemplo de Trabajadores Sociales, consistirá en apoyar en la recogida de información necesaria para conocer las circunstancias personales, familiares y sociales de la víctima/testigo. Es necesario contar con esta información antes de que el Psicólogo Facilitador realice la evaluación de capacidades cognitivas y de que tengan lugar las diligencias para la obtención de los testimonios.
De este modo, sería óptimo contar con equipos de facilitadores multidisciplinares, con distintos conocimientos sobre el sistema de justicia y de las necesidades que pueden presentar las personas especialmente vulnerables. Así, por ejemplo, profesionales de la Criminología podrían ejercer una buena labor facilitando la información de derechos de víctimas y encausados, e instruyendo sobre el funcionamiento del sistema de justicia.
NO es un facilitador:
- Un traductor
- Un psicólogo forense
- Un mediador
- Un abogado
El facilitador estará al servicio del sistema de justicia. Apoyando a la persona vulnerable ayuda al sistema.
